A punto de cumplir 20 años, el museo austriaco Kunsthaus Graz, con sus más de 1200 láminas de acrílico, es prueba de que la construcción realizada con el material no solo resiste al tiempo, sino que estéticamente es atemporal
Inaugurado en 2003, en la ciudad de Graz, la segunda ciudad más grande de Austria, el museo de arte contemporáneo Kunsthaus Graz sigue siendo un hito para la arquitectura mundial. Con una estructura compuesta en su mayoría por metal y 1288 láminas de acrílico, la fachada del museo es en realidad un panel gigantesco, que ayuda a captar la energía solar y, gracias a las fuentes de luz instaladas bajo su superficie, aún logra reflejar imágenes al público. Según João Orlando Vian, consultor ejecutivo de ILAC – Instituto Latino-Americano do Acrílica, esta es, sin duda, una representación única de todo lo que el acrílico puede ofrecer al sector de la arquitectura y la construcción: “El acrílico es un material fantástico. Altamente seguro y duradero, y aún logra destacarse de otros materiales por su alta adaptabilidad, ya que permite un trabajo de moldeo y montaje que supera al de otros materiales”.
Y es precisamente con respecto a las molduras que Kunsthaus Graz llama más la atención. La innovación propuesta por el sitio está en gran parte en las líneas orgánicas del trabajo de los arquitectos Sr Peter Cook y Colin Fournier. En el edificio, las paredes se funden con el techo y todo se convierte en una sola fachada, casi como la forma de un órgano humano. En el momento del lanzamiento, muchos asociaron su forma con la de una especie alienígena. El lugar se hizo conocido como el «extraterrestre amistoso».
La ligereza del acrílico semitransparente utilizado en la obra también ayuda a integrar con mayor cohesión las curvas del museo y toda su contemporaneidad con las líneas y ángulos rectos de las casas y edificios de la ciudad medieval. Haciéndolo, a pesar del contraste, una armonización del tiempo. “El acrílico es el único material capaz de ofrecer tantas posibilidades de color y diferentes grados de transparencia a los proyectos. Además, es un material que ofrece diferentes texturas y patrones de opacidad”, explica Vian. Según él, también debiese mencionar que, a la diferencia de otros plásticos, las láminas acrílicas están protegidas contra los rayos ultravioleta del sol y, por lo tanto, no amarillean ni se decoloran con el tiempo”.
En el interior, el Kunsthaus Graz alberga obras de arte contemporáneo. Para aquellos que quieran saber más sobre las exposiciones: https://www.museum-joanneum.at/en/kunsthaus-graz.
